ORIGENES E HISTORIA DE LA CHINCHILLA

 

Planicies de los Andes

 

Las chinchillas son pequeños mamíferos originarios de la Cordillera de los Andes. Se cree que descienden de los prehistóricos Megamys (un mamífero antiguo descubierto en Argentina más grande que la chinchilla actual). Pertenecen a la familia de los roedores.

 

 

 

En su hábitat natural vivían en las planicies cerca del mar, casi desérticas a más de 4000 metros de altitud cobijándose en grutas y cuevas y en grupos. La mayor parte de su vida en su hábitat natural pasa por la noche, son nocturnos. Sin embargo en nuestras casas, aunque su mayor actividad la desarrollen por la noche, se adaptan muy bien a los horarios que se les pongan.

 

Planicies de los Andes Reserva nacional de chinchillas

El nombre de chinchilla también ha traído polémica sobre los orígenes. Hay teorías que dicen que provienen de los indios Chinchas originarios del Perú y que fueron los españoles en el siglo XVI los que las bautizaron como chinchillas que significa “pequeño chincha”.

Otra hipótesis dice que el nombre chinchilla deriva de Djindjala que era una ciudad española conocida por las lanas y telas, haciendo un símil. Incluso hay estudiosos del tema que defienden que viene de la palabra Chinche, puesta porque en su estado salvaje no serían tan limpias y poco olorosas como una chinchilla de mascota. El nombre chinchilla puede venir también según más teorías de los quechuas que llamaban “Chin” refiriéndose a silencioso, “Shinchi” refiriéndose a la fortaleza y valentía y el diminutivo “lla”, con lo que una chinchilla sería un animal pequeño fuerte, silencioso y valiente. Otros estudiosos se refieren al lenguaje Mapuche en el que “Chilla” quiere decir Zorro pequeño.

Las pieles de las chinchillas han sido siempre muy cotizadas y buscadas tanto por los pueblos primitivos como en la actualidad en las peleterías. Hay anécdotas que cuentan que la reina Isabel la Católica perdono la vida a un capitán que regresó sin los impuestos del Perú cobrados porque mandó confeccionar a los indios un abrigo de piel de chinchilla que la encantó.

Independientemente de esa polémica de la palabra chinchilla, los europeos conocieron a las chinchillas, de la variedad lanigera, gracias al imperio Inca. Los incas las usaban como abrigos para protegerse del frío y también había personas que las tenían como mascotas primitivas (incluso para adornos de la nobleza y su carne como comida).

Su color era el gris y se podían ver chinchillas en estado salvaje tanto en Chile, como Argentina como Perú. En Chile, de 1895 a 1898, Francisco Irrazabal consiguió tener 13 chinchillas a partir de una pareja que le habían regalado, que se murieron todas en cuestión de dos meses por culpa de una enfermedad. El Zoo de Londres en 1829 recibió su primera chinchilla y el de Hamburgo en 1865.

Hay datos también que sitúan el primer criadero de chinchillas a cargo de un inglés, John Murray, que capturó chinchillas brevicaudatas y las dejó en semilibertad comiéndoselas los depredadores. Sobre 1899, salen muchísimas pieles de Chile a EEUU e incluso a Leipzig. Hubo una locura con la caza de las chinchillas por su piel y casi las llevan a la extinción lo que llevó al gobierno a intentar protegerlas y prohibir su salida del hábitat natural. En 1910 con un acuerdo entre Bolivia, Chile, Argentina y Perú, se prohibió la captura, la caza, la muerte y la venta de pieles de chinchillas en un intento de protegerlas.

Por esta época, en 1918, el norteamericano Mathias Chapman (trabajaba como ingeniero de minas en Chile) y gracias a los nativos, descubre las chinchillas y se interesa por ellas.

Chinchilla costina Chapman Chapman en los Andes

 

Después de un largo esfuerzo para obtener el permiso del gobierno chileno (quería coger las máximas posibles para llevárselas a EEUU y poner un criadero), consiguió una autorización para capturar y llevarse a EEUU chinchillas. Capturó 11 ejemplares de chinchillas que eran 8 machos y 3 hembras. Desde Chile viaja a California y llega con 12 chinchillas (durante el viaje una se murió y nacieron dos pequeños). Las 12 chinchillas se mudaron a Tehachapi en California donde montó la primera granja.

Jaulas de transporte de Chapman Jaula de cria de Tehachapi

 

De ahí construyó otro criadero en Inglewood que cuidaría hasta 1934 que muere. Muchos criadores que empezaban se llevaron de esta granja de Chapman entre 6 y 10 chinchillas (su precio no era muy elevado) y como las autoridades era lo que deseaban en su ley de protección para las chinchillas y para que no se extinguieran, lo permitieron (incluida la exportación). Ahí empezó la historia de las chinchillas en cautividad y como mascotas.

Aunque Chapman fue el primero en intentarlo, y sería años después cuando conseguiría reproducirlas volviendo a capturar más; muchas personas en aquella época intentaron reproducirlas por lo que no todas las chinchillas actuales tienen sus orígenes del árbol genealógico en las 11 de Chapman.

 

Chapman con sus chinchillas Doña Ines, una chinchilla de Chapman

 

En 1920, el gobierno de Chile autorizó a capturar 100 chinchillas lanigeras debido a las muchas peticiones que había, y se hizo en unas minas de los Andes con ayuda de los indios y durante 4 meses. Estas chinchillas no se adaptaban bien a las condiciones de cautividad, por lo que un año después, se autorizó la captura de otra variedad, la brevicaudata, y llegaron a tener más de 300 ejemplares.

Muchos de ellos fracasaron y se murieron las chinchillas, con lo que se volvió a restringir la cría de chinchillas. A pesar de todo esto, entre 1930 y 1945 se vendieron más de 130 chinchillas en EEUU e incluso casi 50 en Europa (de modo legal evidentemente). En 1936 aparece la primera organización de criadores de EEUU (Nacional Chinchilla Breeders of America) en UTAH.

A partir de 1950 se consiguió reproducir las chinchillas muy rápido llegando a criaderos con más de 2000 chinchillas y no sólo en EEUU, Chile o Argentina, sino en países como Alemania, Noruega, Suiza, Dinamarca o Italia. Es cuando aparecen las primeras mutaciones. En 1954 aparece el gen recesivo beige de Willman, y en 1955 la primera chinchilla con gen dominante blanco Wilson. Pasando los años 70 la cría de chinchilla está muy extendida y los criaderos también (son para peletería principalmente). Países como EEUU, Dinamarca, Alemania, Inglaterra, Italia, España, Francia, Polonia, Japón, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Brasil y Chile crean muchas asociaciones. Las decadas de los 80 y 90 son años de reflexión sobre el peligro de extinción de las chinchillas salvajes y también de bajón en la industria peletera porque la población se niega a usar abrigos de pieles de animales. Se introducen muchos ejemplares en estado salvaje, se crean reservas, zoos y centros de protección. Actualmente las chinchillas salvajes están incluidas en EEUU en la CITES y protegidas, cosa que nos gratifica a los amantes de las chinchillas.